
Me resisto a la ley vigente en tu reino,
aunque sé que en ese suelo,
tú,
eres la autoridad.
Traspasando los límites de lo que es correcto,
me salto la señal...
Cruce peligroso de conductas temerarias.
Palabras sin frenos se interponen en el camino.
Girando en la rotonda:
la razón da vueltas en un círculo perfecto.
Al otro lado:
el corazón se incorpora bruscamente provocando el accidente.
Afortunadamente: no hubo heridos.
Tras dar parte amistoso de los daños,
para ampararse en lo seguro,
la ofensa cedió el paso a la defensa.
Basándome en los hechos, señoría, me declaro:
CULPABLE Y REINCIDENTE AMANTE DE LAS LETRAS.
(Aguardo su sentencia)
6 comentarios:
La sangre se hereda, la letra se crea. Con sangre se escriben capitulos de la historia pero la literatura no conoce mas plasma que la tinta que riega sus palabras...
vaya rythm!
CONDENADA....
a leer mi blog....!!!!
Un beso
Extraño, siempre que el corazón provoca un accidente hay heridos. Tuviste suerte.
en estos casos también debería ser obligatorio el seguro de "daños a terceros" ;)
entra la juez en la sala
suspira
y la reconoces
es ella
tanto tiempo después
baja
y
te reemplaza
ahora es ella la acusada...
(aguardo tu sentencia)
me encantó tu texto
ya sé,
fue como que desaparecí
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