en la arena 8





¿Qué me ofrecerán tus tierras, hombre-pez? ¿Hace calor ahí? Di que sí, porfa. Espero que no sean muy húmedas, vengo del País de la Lluvia que es muy bonito, precioso, muy verde y todo eso...pero hay tanta humedad que me hace encoger...Yo necesito Sol para estirarme y crecer.
Te diré lo que me apetecería que sucediese en cuanto llegue.
Primero, te imagino en lo alto de una montaña, encendiendo la antorcha que me anunciará tu espera. Desde allí verás llegar mi barca que es de color verde claro. Me observarás sentado, en la distancia.
Yo llegaré a la orilla, pegaré un salto, iré corriendo hacia la playa y amarraré a Libertad. A continuación, me dejaré caer de bruces sobre la arena blanca. Me revolcaré un poco por esa fina alfombra y tumbada boca arriba, hundiré las manos y los pies para sentir el mar ir y venir sobre mí, haciéndome caricias de espuma. Cerraré los ojos y soltaré un gran suspiro de satisfacción. Allí me quedaré, completamente relajada, hasta que sienta cómo unas gotas de agua fresca calman mi sed ,cayendo poco a poco sobre mis agrietados labios. En ese preciso instante, abriré los ojos muy despacio y despertaré del sueño, descubriendo tu rostro a contraluz. No podré ver bien tus rasgos, sólo tu nariz acercándose a mi cuello para olerme. Yo, sujetaré tu cabeza con mis manos y te apretaré fuerte contra mi pecho, acunándote con mis latidos. Luego...
Luego, tu lengua irá trazando un nuevo sendero hasta mi oreja donde susurrarás mi nombre. Ahí, yo, ya seré arena mojada y podrás moldearme a tu gusto, imprimiéndome tus huellas.
Y será un placer profundizar en ese Gran Azul.
-No, no, si el placer es mío, ranita.
-Sí, sí y mío también, hombre-pez.
¿Y después? Después...
Después te preguntaría (porque soy muy preguntona), croac,croac, te preguntaría:
¿Cuáles son tus planes para el resto de tus vidas?

vengo 7



¿Sabes? Tito me deja una de sus barcas para que pueda marcharme. No le sentó muy bien mi decisión y prefiere que me vaya. Le entiendo, no es fácil decir adiós. Estoy triste pero sé que hice lo correcto. Mis deseos me empujan a otra aventura, a mirar a otro lado.
Llevo un montón de provisiones, los del pueblo se han portado maravillosamente conmigo.
Hubo lagrimitas y todo. Yo sí que voy a llorar en cuanto deje esta orilla.
Tengo un nudo marinero en la garganta, otro en el pecho y otro en el estómago.
He puesto mucha ilusión y esperanza en este viaje. Habrá que remar, remar...remar hacia el Olvido de nuevo, hacia el duelo.
Por brújula usaré mi corazón abierto de par en par, él marcará mi rumbo a partir de ahora.
La ruta está oculta en un mapa secreto, hecho de hermosas palabras y códigos cifrados que tú escribiste, mi inspiración, meu fado. Ese mapa, sólo puede ser interpretado correctamente, si se lee con ojos limpios, con los ojos de aquellos que saben cómo reconocer un alma amiga.
Voy hacia ti porque creo oir tu voz ahogada en el silencio de las aguas profundas en las que te sumerges.
Voy hacia ti porque me lo pide el cuerpo, el instinto animal que me mueve siempre en busca del mejor alimento.
Remo hacia tu fuego para arrimarle el mío, para que no se consuma, nunca.
Remo con Pasión hacia la Verdad para discernir lo real del sueño.
A mi nueva embarcación la llamé Libertad, cuando llegue a tu tierra, la guardaré para que nadie la destruya.
Estás ahí ¿verdad?. ¿Cómo eres? No quiero adivinarte.
Háblame, pregúntame.
¿Tendrás sitio para mi?. Necesito estar presente, que cuentes conmigo.
¿Por qué te lancé mi mensaje en una botella? ¿Crees en mí?
¿Estoy cerca? ¿Falta mucho?.
Para mí, ya no hay marcha atrás.
Desde que entré en este juego todo se precipitó velozmente, con la intensidad de un rayo.
Vengo.
Yo ya no mando.
Gobiernan los sentimientos.
Reina la paz y nace el Amor.
Que así sea.
Pase lo que pase.
Sea pues, un beso.

eco 6



Fui dando un paseo hasta el puerto para ver mi balsa.
Unos chiquillos la habían deshecho para hacer una hoguera, lo estaban pasando tan bien que no pude enfadarme con ellos. Es más, me uní a su fiesta y dejé que la niña que llevo dentro se divirtiese. Disfruté un montón, unas risas.
He tomado una decisión, ahora mismo voy a hablar con Tito y lo soltaré todo. No puedo seguir así.
Ensayo la conversación mil veces en mi cabeza. ¡Dios! No es justo...¿Por qué tengo que pasar por esto? No quiero que sufra más, ya bastante tiene con lo suyo.
Seré valiente. Con la Verdad se abren muchas puertas, aunque duela. Se pasará, siempre se pasa.
Sana, sana, corazoncito de rana.
¿No puedo estarme quietecita un poco? No, ya me está picando el gusanillo. Habrá cambiado el viento...soy una veleta con forma de rana. Salí rana.
Necesito correr. Subo hasta los acantilados para ver el pueblo desde lo alto y despedirme.
Grito: HASTA SIEMPREEEEE AMIGOOOOS. ENCANTADAAA DE CONOCEROOOOS.
CROAC, CROAAAC.
Oigo el eco y me acuerdo de un juego de pequeña, con mis primos.
Ellos gritaban: ¿QUIÉN ES UNA RANA?
Y el eco les respondía: ANAANAANA.
Yo, de pequeña, me llamaba Ana. Cuando llegué a la isla me cambié el nombre.
Manouche es mi nombre de guerra y me da fuerza.
Ey! ¿Estás ahí todavía?
Que sepas que todo esto lo hago por mí, iba a acabar haciéndolo de todos modos.
Bajaré hasta el pueblo a recoger mis cosas y arreglaré mi mundo...
ESPERAMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

en el precipicio 5



Hay niebla y desde los acantilados no se ve nada. No hay señal. ¡Mierda!
Y qué hago yo ahora, me tiro igual a ver qué pasa o lo dejo para otro momento.
Estoy temblando, muerta de miedo, nada es seguro ni propicio. Doy vueltas en círculo como un animal enjaulado. Todo se tuerce.
Joderrrrrrrr, me he puesto de mala leche, sí, tengo carácter, hay días-tormenta en los que mejor no te pongas a tiro porque soy arquera de lengua mordaz. Me caliento y la ira se apodera de mi, soy consciente de ello pero me dejo llevar hasta explotar. Llevo una bomba dentro.
Seguramente, sea más “sano” respirar profundamente y contar hasta diez. No lo hago.¿Por qué?
Porque de este caos nace mi orden y de lo oscuro, la luz. Sí, soy demasiado humana, pasional y pecadora. Me equivoco y saco provecho de ello. Como creo que soy compasiva, me perdono y perdono. No permito que los enfados me duren mucho tiempo.
Hoy no es un buen día para saltar al vacío. Lo siento.
Ojalá lo comprendas y esperes a que recupere la cordura.
Volveré al pueblo, tengo que ser sincera con Tito y contárselo todo. No puedo huir como un ladrón en la noche. No, él no se merece algo así.
Estoy en una encrucijada y el destino se burla de mí.
¿No querías aventura, niña? ¿Acaso tú , no estabas deseosa de que apareciese alguien especial?.
Pues toma, ahí tienes: “Ó que non quere caldo, dúas tazas”.
Y ahora, ¿Qué vas a hacer? ¿Abandonar un amor real por uno virtual?.
¿Estás loca o qué te pasa? ¿Qué coño quieres?
Necesito estar a solas con todo esto.
Lo intentaré de nuevo. ¿Me crees?
Me he puesto triste, suele pasar después de reventar.
Dejaré que las lágrimas-milagro me limpien y me curen.
Volveré pronto en el no-tiempo, lo prometo.

en la red 4





La vida en el pueblo marinero es tranquila, todos me conocen ya y hasta me han puesto un mote, la Portuguesa, es por mi balsa, la llamé así. Manouche es difícil de pronunciar para ellos.
Tito, el pescador, me consiguió un trabajo en la única pensión que hay, se llama El Faro.
No hay mucho que hacer, me ocupo de alojar a los viajeros y de atender el bar de vez en cuando.
Algunos son turistas de lo “pintoresco” en busca de descanso y otros, la mayoría, vienen por trabajo. Son marineros en tierra que ahogan sus penas en el alcohol y en mis oídos. Me gusta escucharles, cada persona tiene su propia historia original y algunas, son verdaderamente increíbles y surrealistas.
Cuando termino mi jornada Tito viene a buscarme para dar un paseo. Me pone al día de sus cosas, tiene bastantes problemas, constantemente en lucha contra los elementos, trabaja mucho y a cambio obtiene poco. ¡Qué dura es la vida en el mar!.
Dice que soy un regalo para él, su pescadito, un oasis en su desierto y que le estoy ayudando mucho con su carga.
No es la primera vez que me dicen algo así o que me veo en una situación parecida.
Yo creo que él lleva demasiado peso y debería aligerarlo.
A veces me veo como un puente en la vida de algunas personas. Es como si pudiera ayudarles a evolucionar, a cruzar de una etapa a otra, indicándoles por dónde pueden llegar a sus sueños.
Luego, cuando ya han pasado el puente (no todos lo hacen), desaparezco y me esfumo.
Cuando yo estoy perdida y cargada, subo a lo alto de la colina y grito fuerte.
Siempre aparece alguien dispuesto a echar un cabo cuando lo necesitas, sólo tienes que pedirlo.
Es cierto que el maestro aparece cuando el alumno está preparado.
A mi me gusta decir también que, más tarde, cuando el alumno está preparado, el maestro desaparece.
Así debe ser, hay que soltarse las manos para aprender a andar solos.
Soy feliz en esta etapa pero esa llamada continúa...
No quiero quedarme atrapada en una red.
He caído en gracia como pescadito, me perdonaron la vida y no van a comerme, pero tampoco quiero vivir en una pecera.
Subiré a los acantilados esta noche y si veo el fuego encendido en tu atalaya, ten por seguro que me arrojaré al mar de nuevo.
Esta vez no dejaré que me cojan.

los náufragos de lo desconocido 3



Hummm, esta mañana me ha ocurrido algo maravilloso.
Dormí hasta tarde porque anoche no pegué ojo, tuve pesadillas.
Me despertaron unas cosquillas en el pie, el tacto de una piel fría, húmeda y muy suave.
Creí que soñaba, me incorporé y vi cómo de un salto a lo lejos se alejaba un delfín.
El agua era transparente, cristalina, la luz del sol se descomponía sobre ella haciendo brillos que casi cegaban.
No había rastro de los arrecifes, no tenía ni idea de dónde me encontraba, sin embargo la sensación era positiva, de que algo bueno iba a pasarme y así fue.
Pronto vi acercarse una barca de remos, era un pescador con una enorme sonrisa.
Me remolcó hasta un pueblo precioso y me invitó a su casa.
Después de comer un delicioso pescado y pegarme un baño, me llevó a conocer la zona. Me enseñó lo que él llama sus “lugares sagrados”, charlamos horas y horas. Uf, yo tenía tantas ganas de hablar, parecía una cotorra.
Me sentí tan afortunada en su compañía que flotaba en una burbuja de felicidad. Me encontraba tan relajada y desinhibida, que parecía borracha.
Él es una persona encantadora, muy generosa, un alma buena, sensible, quizá un poco solitario pero dispuesto a abrirse y compartir.
Me ofreció su cama para pasar la noche y no pude resistirme a sus cuidados.
Seguramente me quede una temporada con él.
Sin duda, es alguien con el que merece la pena pararse. Si el destino me trajo hasta aquí no voy a desobedecerle, ya me cansé de nadar contracorriente.
Nos gustamos desde el primer momento y decidimos hacernos compañía. No hubo promesas de futuro, no esperamos nada el uno del otro, simplemente disfrutar del día a día.
¿Y eso es Amor?-me pregunto.
En mi isla, por necesidad, tuve que cambiar el concepto del amor.
Antes, me enamoraba fácilmente, creando fantasías imposibles de realizar. Proyectaba continuamente mis deseos en el otro idealizándolo y así, sólo conseguía frustración y desengaño.
Como pasaba mucho tiempo sola sin que nadie me visitase, dejé de buscar en los demás un recurso natural que supe que estaba en mi y que me pertenecía.
Cuando desenterré ese tesoro oculto en las entrañas de mi ser, hallé el ansiado Oro, mi mayor tesoro que hoy guardo con celo. Ese, nadie podrá arrebatármelo.
Dedicaba todos los días un tiempo para meditar, para limpiar mi mente y sentir cómo mi corazón crecía y crecía hasta salirse de mi pecho. Con cada latido, sentía a la tierra vibrando conmigo en armonía. Mi energía se fundía con el entorno y la naturaleza hasta llegar al éxtasis, a esa unión cósmica, a ser Uno con el Todo.
Fue entonces cuando sentí la llamada y decidí llevar ese Amor fuera de la isla.
Sé que hay más personas que saben de lo que estoy hablando y me entienden.
Yo quiero reunirme con ellas.
Les llamo los de “mi manada”, la tribu de los náufragos de lo desconocido aún por conocer.

sos 2



La vela improvisada de mi balsa es una sábana blanca donde pinté con tizne un S.O.S.
Pienso sobre el posible significado de esas letras y dejo volar mi imaginación:
Señal de Socorro
de una Olvidada
de la Sociedad.
Y es que así me siento, algo marginal. Mi reino no es de este mundo, pero de cuál...
Tuve un deseo, un sueño, un destino al que quería llegar.
Ahora navego sin rumbo, a la deriva, a merced del viento que me empuja a favor o en contra.
En la Isla del No-Tiempo me sentía a salvo, protegida, la soledad no era un problema.
Aprendí a sobrevivir , a crear artilugios con lo poco que llegaba a mi orilla.
Exploraba mi cabeza, me retaba cada día. Afiné mis sentidos, dejé que lo salvaje naciera en mí y así me descubrí.
Al conocerme a mi misma, el mundo se me reveló.
A veces a la isla se acercaban extraños, piratas en busca de oro que intentaron saquear las riquezas de aquel remoto lugar. Supe cómo defenderme de ellos aunque esas experiencias dejaron huella, cicatrices de la batalla que me han preparado para el arte de la guerra.
Sé luchar pero anhelo la paz, el combate sin combate, la calma después de la tormenta.
El viento me susurraba historias de otras tierras, de un nuevo mundo. Tenía la sensación de estarme perdiendo algo interesante que podía aportarme una nueva visión.
Me construí una balsa con los restos de madera que fui almacenando y pedí al Universo que me guiase.
Cuando sentí la llamada de la aventura, recogí mis cosas y abandoné la seguridad de mi fortaleza por un viaje más allá de mis límites.
No quiero estancarme en un mar muerto ni poner fronteras al conocimiento.
Yo no sé qué me espera ni si he tomado la decisión acertada pero cuando miro al cielo desde esta inmensidad del océano, siempre hay una estrella que brilla con más intensidad emitiendo un destello. Me reconforta y me hace sonreir.
Eso, para mi, es un guiño de complicidad, una señal de que en este viaje no estoy sola.
Lanzo un beso a ese cielo para que el aire se lo lleve a quien más lo necesite en este preciso instante.
Nada para mí que no sea para los demás.
S: Save
O: Our
S: Souls

por los arrecifes del Olvido 1


Hoy he visto el arco-iris desde mi balsa.
Ese precioso espectro de luz,con sus variados colores y sus diversas tonalidades, me recuerda la visión que tengo del mundo y de sus habitantes.
Si observamos cada color por separado, podemos apreciar la belleza de su individualidad, los rasgos que lo hacen diferente del resto.
Unidos a los demás, el conjunto se enriquece y la mezcla es una explosión de vida.
Ante mí, se abre un mar que es un abismo. Una distancia por recorrer de muchas millas.
Me da vértigo. Tengo dudas de mis cálculos y de mis posibilidades.
Se hace de noche y todo se vuelve confuso. Mis pensamientos se funden con los cantos de alguna sirena ansiosa de compañía.
Debo de estar cerca de algún lugar maldito, lo noto en el aire.
Dicen que si atraviesas los arrecifes del Olvido puedes perder la memoria y desorientarte.
Quizá sea eso.
En el horizonte, del otro lado, me parece ver un faro emitiendo señales...
Debo ser prudente, puede ser un espejismo nacido de mi mente y del deseo de llegar a esa tierra prometida de la que me hablaron.
Me pregunto continuamente qué hago aquí en este océano de incertidumbre si además, yo no sé nadar. Lo he intentado pero me hundo. Creo que trago demasiada agua y se me olvida respirar.
Será mejor que me deje llevar por la corriente. Mañana será otro día y con el sol llegará un nuevo amanecer. Un poco de esperanza para seguir mi camino.