Es imposible dejarme llevar por las sugerencias. Intento poner en marcha la imaginación y no puedo. Es que la evidencia es tan fuerte que no deja ningún resquicio para ello.
Si una mujer lleva el día de su boda un ramo de flores de plástico, ¿cómo no iba a tener esa cara de frustración, el día en que supuestamente debía ser la más feliz del mundo?
La decepción está impregnándola, pero las miradas de los invitados frenan su llanto.
Y no es porque quisiera un ramo natural. Es porque sabe que no se marchitará, y que deberá soportarlo toda su vida.
Que jugamos y queremos siempre, para siempre de los siempres, seguir jugando. Ellos tienen la suerte de no tener que elegir, nosotros sí tenemos la posibilidad. Y de ahí que deseemos, tan fervientemente, seguir jugando. Que hagan ellos, todo lo que alguna vez creimos que queríamos hacer, que lo hagan por nosotros y para nosotros. Así tendremos tiempo extra para dudar,un recreo para las indecisiones y para dilatar la elección de los caminos que se nos abren como volcanes en erupción. El abismo de la vida, suena pretensioso, ¿pero qué más da?
Por la expresion de la novia no creo que sea una situacion nueva para ella, creo en la existencia del amor eterno, de la otra mitad, pero tambien existe el coqueteo,el juego que no es mas que eso, aunque el chico en la ilustracion es bastante descarado, que refrescante reino, que agradable descubrimiento....
me sugiere lo de siempre. para que un hombre no mire un buen culo ha de estara muerto...y nosotras, pobres bobas, que creemos poder cambiar su esencia!
Me sugiere una escena tan cotidiana que hace unas horas la he vivido: Un chico con la novia en el metro, y mientras esta le susurraba al oido el otro perdia la mirada en las tetas de una azafata de spanair que iba toda uniformada y perfumada... Besos!
El novio está enamorado de la madre de la novia, que es la que se agacha a coger algo en el momento de la foto. ¿El ramo? Tal vez hayan tenido algún encuentro clandestino, aunque es algo cruel. ¡Pobre novia blanca e intacta!
Caminan. Ella del brazo de él. Escuchan los vítores y la algarabía que todos sienten por los recién casados. Ella podría pensar muchas cosas, ninguna tan reveladora como ya se ha dicho. Tal vez, y sólo tal vez, se preocupa por no pisar el vestido, por no caerse, por no hacer el ridículo en ese día que, aunque no la emocione mucho, la tiene ahí frente a invitados cumpliendo con uno de los ritos sociales. Y por eso no quiere ser burla; quiere que todo salga bien. Y él casi la puede escuchar. Y se fija dónde pisa para que ninguno de los dos tropiece. La aprieta por el antebrazo sin siquiera pensarlo y ella, sin siquiera sentirlo, aceptaba el apretón como parte de la estética oculta del acontecimiento, como si eso le diera solidez al caminar conjunto. Él se mueve pensando que sigue a la que guía. Y sonríe ante todos. Escucha el alboroto y le rebota en algún lugar lejano y hueco hasta que alguien, no sabe quién, lo saca de ahí con un alarido y el sonido que el cuerpo hace al desplomarse al piso. Se oye un murmullo intrigado y cuando él voltea sólo alcanza a ver un gran trasero vestido de rojo.
No vale hacer trampas, así que no he leído ningún comentario. Me sugiere dos palabras muy parecidas, pero con distintos siginficados para quien las disfrute o sufra: Infidelidad e infelicidad.
Aullando para reunirme con los miembros de la manada.
Descubriendo a las otras que hay en mí...annabel lee en su reino junto al mar y anuk atravesando el desierto,canta el mapa de sus sueños...
Un animal enjaulado tiene movimientos comparables a la percepción racional.
El movimiento libre de un animal en el bosque es comparable al trance.
El animal enjaulado debe ser alimentado a horas fijas.
El racional debe recibir para actuar, palabras.
El animal salvaje se alimenta solo y nunca se equivoca de comida.
El ser en trance no actúa movido por lo que ha aprendido,
sino por lo que es.(El Loco-La Vía del Tarot de Alejandro Jodorowsky)
13 comentarios:
Me sugiere “bienvenido a la rutina matrimonial”, querida ¿he ganado?
Estoy viendo un "acusado" de amar, saliendo de los juzgados del corazón, con su condena del brazo, que no es otra que "hasta que la muerte os separe".
Je vois la vie en rouge...
Es imposible dejarme llevar por las sugerencias. Intento poner en marcha la imaginación y no puedo. Es que la evidencia es tan fuerte que no deja ningún resquicio para ello.
Si una mujer lleva el día de su boda un ramo de flores de plástico, ¿cómo no iba a tener esa cara de frustración, el día en que supuestamente debía ser la más feliz del mundo?
La decepción está impregnándola, pero las miradas de los invitados frenan su llanto.
Y no es porque quisiera un ramo natural. Es porque sabe que no se marchitará, y que deberá soportarlo toda su vida.
De un tirón: "¡Que haya escogido el menú, no significa que no pueda seguir leyendo la carta!. ¡Uffff!¿Demasiado simple?. A veces, soy muuuy simple.
Ciao!
Mi viaje nunca acaba...
Que jugamos y queremos siempre, para siempre de los siempres, seguir jugando. Ellos tienen la suerte de no tener que elegir, nosotros sí tenemos la posibilidad. Y de ahí que deseemos, tan fervientemente, seguir jugando. Que hagan ellos, todo lo que alguna vez creimos que queríamos hacer, que lo hagan por nosotros y para nosotros. Así tendremos tiempo extra para dudar,un recreo para las indecisiones y para dilatar la elección de los caminos que se nos abren como volcanes en erupción. El abismo de la vida, suena pretensioso, ¿pero qué más da?
Por la expresion de la novia no creo que sea una situacion nueva para ella, creo en la existencia del amor eterno, de la otra mitad, pero tambien existe el coqueteo,el juego que no es mas que eso, aunque el chico en la ilustracion es bastante descarado, que refrescante reino, que agradable descubrimiento....
me sugiere lo de siempre. para que un hombre no mire un buen culo ha de estara muerto...y nosotras, pobres bobas, que creemos poder cambiar su esencia!
Me sugiere una escena tan cotidiana que hace unas horas la he vivido:
Un chico con la novia en el metro, y mientras esta le susurraba al oido el otro perdia la mirada en las tetas de una azafata de spanair que iba toda uniformada y perfumada...
Besos!
¿El cazador casado o cazado?... Lo mismo da.
El novio está enamorado de la madre de la novia, que es la que se agacha a coger algo en el momento de la foto. ¿El ramo? Tal vez hayan tenido algún encuentro clandestino, aunque es algo cruel. ¡Pobre novia blanca e intacta!
Caminan. Ella del brazo de él. Escuchan los vítores y la algarabía que todos sienten por los recién casados. Ella podría pensar muchas cosas, ninguna tan reveladora como ya se ha dicho. Tal vez, y sólo tal vez, se preocupa por no pisar el vestido, por no caerse, por no hacer el ridículo en ese día que, aunque no la emocione mucho, la tiene ahí frente a invitados cumpliendo con uno de los ritos sociales. Y por eso no quiere ser burla; quiere que todo salga bien. Y él casi la puede escuchar. Y se fija dónde pisa para que ninguno de los dos tropiece. La aprieta por el antebrazo sin siquiera pensarlo y ella, sin siquiera sentirlo, aceptaba el apretón como parte de la estética oculta del acontecimiento, como si eso le diera solidez al caminar conjunto. Él se mueve pensando que sigue a la que guía. Y sonríe ante todos. Escucha el alboroto y le rebota en algún lugar lejano y hueco hasta que alguien, no sabe quién, lo saca de ahí con un alarido y el sonido que el cuerpo hace al desplomarse al piso. Se oye un murmullo intrigado y cuando él voltea sólo alcanza a ver un gran trasero vestido de rojo.
No vale hacer trampas, así que no he leído ningún comentario.
Me sugiere dos palabras muy parecidas, pero con distintos siginficados para quien las disfrute o sufra:
Infidelidad e infelicidad.
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