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tengo un poco de
- Anuk
- Aullando para reunirme con los miembros de la manada. Descubriendo a las otras que hay en mí...annabel lee en su reino junto al mar y anuk atravesando el desierto,canta el mapa de sus sueños...
las otras...
eN lA orILLA
aduanna
Y si lo haces...que te aproveche!
inmersiones
11 comentarios:
Soy la REINA DE LOS BARES y ustedes lo van a ver. Si tiro mi copa al suelo, me la vuelven a poner.
Camarero, camarero, quién te pudiera tener... reponiendo mis cachitos cuando me vuelva a romper.
Detesto el vicio. La falta de pulcritud. Las miradas libidinosas. El contorneo de las caderas cuando me acerco. Los labios carnosos impregnados de vermellón. El olor a perfume mezclándose con el flujo de unas vaginas mancilladas. Ni el sudor haciéndose una pasta con el maquillaje barato.
Pero me gusta el hígado. El hígado fresco. Me gusta sentir cómo mi piel queda tirante al secarse en ella la cálida sangre.
Y aunque juro no volver al repugnante suburbio de Withechapel, una misión divina me empuja a mezclarme con las rameras.
Uyyyy qué miedoooooo por diosssssssssssss!
J. ataca de nuevo, desde el infierno...;p
"pleased to meet you, hope you guess my name"
Louis Cypher?
En realidad sólo fue un recorrido por la anatomía femenina, el cual, por sibaritismo, lo convertí en un recorrido gastronómico.
A la furcia de Emma Smith le corté con cuidado ambas orejas. Siempre supe que cuanto había oído podía condenarla. Me pareció un punto de desagravio para con Nuestro Padre Eterno. Después, y cuidadosamente, le saqué los intestinos. Dado que hacía poco de su cena, y al estar repletos, preferí dejarlos junto a su cuerpo ya inerte.
Con Martha Traham, una meretriz de la peor calaña, la cosa fue diferente. Preferí ir directamente a por el riñón. Eso sí, vencí mi tendencia natural a saborearlo, pues me pareció más adecuado remitirlo por correo a Scotland Yard. Uno debe compartir su obra con quienes admira…
A la pecadora de Mary Ann Nichols, y con sólo dos cortes en forma de la Santa Cruz, pude extirparle ambos riñones y el útero. Debo reconocer que sus pecados confirieron a sus vísceras un gusto algo más especiado. Pero no desagradable, en absoluto.
Las tres siguientes, he de reconocerlo, me resultaron algo… monótono. Sus nombres, por si eso tuviera alguna importancia, que no lo creo, eran: Anne Chapman, Catalina Eddowers, a las que les extraje los ovarios, además del riñón, y Long Liz Stride.
La última ramera de la lista, de la lista de Scotland Yard, pues en realidad mi objetivo inicial de llegar a dieciséis lo cumplí, ¡vive Dios que lo cumplí!, fue Mary Jane Kelly, con quien me hospedé en un motel. Sí, confieso que yacimos juntos, pero fue precisamente su capacidad para hacerme pecar la que terminó con su vida. Con ella se desató la Furia de Dios. He de reconocer que en este caso mis amigos de Scotland Yard estuvieron soberbios. Todavía recuerdo las palabras con las que describieron aquella habitación, nuestro nidito de amor:
"La pobre mujer estaba echada de espaldas sobre la cama, completamente desnuda. Tenía la garganta seccionada de oreja a oreja, hasta la columna espinal. Las orejas y la nariz estaban separadas a cuchillo con mucha limpieza. Y también los pechos que estaban sobre una mesa al lado de la cama... El estómago y el abdomen abiertos, y el rostro mutilado de tal forma, que no podían reconocerse ya los rasgos. Le habían extirpado los riñones y el corazón, colocados igualmente en la mesa al lado de los pechos. También el hígado estaba sobre el muslo derecho, así como la parte inferior del cuerpo y el útero. Pero estos órganos no aparecían por ningún lado. Los muslos, en fin, habían sido lastimados...."
Soy Madame de Pompadour, amante de Luis XV, en verdad, como el rey no fue favorecido en su anotomía, busco mis placeres de ninfómana en los burdeles. Claro de día soy una heraira fina.
Mi verdadero nombre ...Juana Antonieta Poisson y aunque no lo parezca el arte, la cultura y el sexo son para mí cuestión de estado.
Con la aparición de estos huéspedes tan distinguidos, me veo en la obligación de agasajarles con una recepción digna de su linaje: UN GRAN BAILE DE MÁSCARAS. Comenzaré con los preparativos mientras aguardamos la llegada de los otros invitados.
Espero estar a la altura como anfitriona y que su estancia en este Reino sea lo más placentera posible.
Debo advertir a las damas que un asesino merodea por los contornos (dicen las malas lenguas que tiene simpatía por el diablo y predilección por los contornos femeninos). Yo creo que son rumores...no deben preocuparse en absoluto, todo está bajo control.
Vayamos dentro, les enseñaré el resto de las estancias.
He ahí el tipo de vientres que siempre me han atraído: los vientres llevados por orgullosas féminas seguras de sí mismas. Los de las rameras para quienes su dominio de la pasión de los hombres las hace creer intocables. O la vanidad de las que creen que el suyo no puede ser penetrado por el preciso escalpelo que guía mi mano.
A unas y otras les prometo fidelidad y puntualidad.
Madame Serpiente, acepto encantada su ayuda en la cocina para preparar los cócteles...
Querido J. ¿Quiere beber algo?
Jugo de Granadina. Mis creencias me impiden beber. Y el color tiene algo, no sé...
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