De Domingo

Espero ansiosa a que hoy, por fin, me elijas entre las otras.
Que me mires con deseo y me arranques despacito el vestido de domingo.
En la desnudez de mi cuerpo, descubrirás mi olor a hogar, caliente, recién hecha.
Mójame con ganas en el primer café de tu mañana, hasta el fondo,
desbordando la taza, llenando tu mano de mis migajas.
Subiré en tus dedos en un rápido vuelo, hasta la misteriosa cueva de tu boca.
Tu lengua me da los buenos días, larga alfombra roja que me recibe golosa,
llevándome de paseo por el hermoso sendero que es tu garganta.
Ya soy parte de ti, te pertenezco, dentro de ti me deshago.
Aquí me quedo.

No hay comentarios: