en el precipicio 5



Hay niebla y desde los acantilados no se ve nada. No hay señal. ¡Mierda!
Y qué hago yo ahora, me tiro igual a ver qué pasa o lo dejo para otro momento.
Estoy temblando, muerta de miedo, nada es seguro ni propicio. Doy vueltas en círculo como un animal enjaulado. Todo se tuerce.
Joderrrrrrrr, me he puesto de mala leche, sí, tengo carácter, hay días-tormenta en los que mejor no te pongas a tiro porque soy arquera de lengua mordaz. Me caliento y la ira se apodera de mi, soy consciente de ello pero me dejo llevar hasta explotar. Llevo una bomba dentro.
Seguramente, sea más “sano” respirar profundamente y contar hasta diez. No lo hago.¿Por qué?
Porque de este caos nace mi orden y de lo oscuro, la luz. Sí, soy demasiado humana, pasional y pecadora. Me equivoco y saco provecho de ello. Como creo que soy compasiva, me perdono y perdono. No permito que los enfados me duren mucho tiempo.
Hoy no es un buen día para saltar al vacío. Lo siento.
Ojalá lo comprendas y esperes a que recupere la cordura.
Volveré al pueblo, tengo que ser sincera con Tito y contárselo todo. No puedo huir como un ladrón en la noche. No, él no se merece algo así.
Estoy en una encrucijada y el destino se burla de mí.
¿No querías aventura, niña? ¿Acaso tú , no estabas deseosa de que apareciese alguien especial?.
Pues toma, ahí tienes: “Ó que non quere caldo, dúas tazas”.
Y ahora, ¿Qué vas a hacer? ¿Abandonar un amor real por uno virtual?.
¿Estás loca o qué te pasa? ¿Qué coño quieres?
Necesito estar a solas con todo esto.
Lo intentaré de nuevo. ¿Me crees?
Me he puesto triste, suele pasar después de reventar.
Dejaré que las lágrimas-milagro me limpien y me curen.
Volveré pronto en el no-tiempo, lo prometo.

No hay comentarios: